Segunda parte de alguna historia sentida en el corazón:
¿Pueden las estrellas decir cosas buenas?
Ęn şilencio.
Obsêrva.
Siěnte.
Hermosos encuentros de casualidad, quizás causalidad.
Vive.
Щιяα: ΅łα ςθηşτεlαςιοη δε Сašioρεα΅
Gracias e indagando entre las hojas un librito de experimentos astronómicos que cogí de la Biblioteca, supe que hay una constelación, la cual se puede apreciar bastante bien desde cualquier lugar del Hemisferio Norte, que se llama la Constelación de Casiopea.
Muy bonita.
Y un día cualquiera, por razones quizás azarosas, en algún parque donde me hallo, entre energías dispersas y variadas, me doy la vuelta, miro hacia arriba, y allí la encuentro: enfrente de mí, toda entera. Enfrente de mis emociones, de mis esperanzas... Enfrente de esta alma que sonrie y sonrió al reconocerla.
¡Gracias!
Preciosa historia. Dantesca casualidad. Preciso momento. Sorpresa teñida en brillante estrella.
No debe ser malo sentir cosas buenas cuando se mira el cielo y se encuentran casualidades tan hermosas...
"~A veces los momentos se cruzan.
Los instantes se conectan en una mirada, o en una sonrisa, cuyo lugar final es el interior.
Y derepente está ocurriendo: tienes al lado un alma que se detiene a
sentir tu vida, tu energía.
Se comparte ante ti y te transmite calma.
En esοs momentos, Gracias es lo único que soy, ahí donde me halle.
En ese momento de infinito bienestar.~"
Sigue mirando, observa, contempla. Busca historias que te llenen de paz y te transmitan calma y equilibrio, es-pera-nza.