...ALLÍ DONDE HAY TÎERRA...
"La luz que entraba por las grietas de mi alma era de un color suave, gélido, apaciguable, como una tarde de
silencio y frío.
En cuanto al aire, cuerda sin sentidos, ningún
aliento sería comparable al viento que me propiciaba tal delirio, tal vez profundidad...
Así pues, con una vela que
encendía, me dediqué a transformar en melodía una frase que habitaba en
mi corazón, sin saber de dónde, más dejando que alguna inspiración me
hiciera sentir bonita...
Doce notas donde "mi alma quiere llorar": mi, la, la, si, sol, sol, mi, fa, re, re, re', do.
Manifiesto suspiro y quebranto
como el de algunos poetas de voz ronca y manos vacías...
Es curioso
como, casi como una esperanza, una pequeña ilusión motivo de inocente
sonrisa, imagino que ocurre lo que estoy sintiendo más allá de esta
presencia que imagino en el mismo eje.
Y ahora tal vez entiendo por qué el toro, triste y solo, está enamorado de la luna, como decía la canción.
Y
quizás ahora tal vez comprendo por qué el toro se está enamorando de
-esa- luz: aquella que remueve y agita las mareas, agua de vida de esta
alma nacida en Tierra.
Quizás, y quien sabe, las
vibraciones del corazón no se quedan estancadas y significan algo mucho más profundo, muchísimo más hermoso... Quizás no tienen
barreras y se dilatan en sonoro silencio hacia el Universo, a través de todo nuestro Ser..."
