El polvo negro baña mis ojos de oscuro.
No veo.No siento.No padezco.
Me compadezco.
He vuelto a morir, y esta vez las cenizas se acumulan en mis pulmones.
No respiro.
Sólo inhalo aire envenenado de pensamientos nocivos para la salud.
Aquí estoy, fénix muerto de mí que nunca había existido.
Decepción. Rechazo. Indiferencia.
El fénix muere a la luz de una linterna...
La espesa niebla me arropa.
Camino entre almohadas de cristal, sumergida en una manta de acero que mantiene mi respiración.
Mi mente no está. Yo no estoy.
Estoy realmente jodida.
Ellos no lo entienden.Yo tampoco quiero explicárselo.
¿Explicar qué? ¿Acaso que estoy tan triste que no me puedo ni quiero
levantar de mi sufrimiento? ¿Acaso que los fantasmas de mi vida me
tienen atada y no puedo hablar? ¿Acaso que, simplemente, no quiero?
¿Acaso que su hipocresía y cinismo me bate y agota?....
No puedo explicarle nada de esto porque seguirán sin entenderlo, asi
que tendré que soportar sus palabras absurdas e hirientes que en nada
ayudan a que pueda levantarme.
Y ahora estoy aquí, yaciendo en las cenizas de la que alguna vez fui yo.
He muerto, y sigo viva.
Hoy es otro día de esos en los que estoy de funeral. En mi propio
funeral, llorando mi propia muerte, sin lágrimas que resbalen por mis
mejillas...
Hoy -como ayer- es un día de esos en los que desaparecería y nadie se enteraría.
Por favor, yo tan sólo quiero desaparecer, al menos hasta que sea capaz de ganarme a mí misma.
¿cuánto más durará esto?
Hoy tan sólo soy realista. Realista de mi propia ficción.
Hoy, ayer, antes de ayer, mañana, quien sabe si pasado, veo mi
propia realidad, ésta en la que respiro y no quiero estar: no hay un
querer a nadie, un querer mutuo. El querer implica tiempo y
conocimiento. Yo no me dejo conocer, y el tiempo se hace eterno al lado
de una persona tan destructiva como yo. Así que, ¿quien querría querer
a un alma perdida?
No hay nadie, simplemente.
Solo yo y mi jodida-mente.´
Quizás yo he hecho que no haya nadie,
quizás ya he aceptado que no va a haber nadie...
Nadie me conoce realmente, ni saben cuando necesito un abrazo, o cuando estoy sangrando por sobrevivir...Tampoco lo diría....
Será que las heridas ya no se ven. Han dejado de estar fuera para estar dentro, desgarrándome.
Ahora no hay cicatrices. Hay sangre interna. El alma muere cuando yo no puedo sonreir.
Pero, sonreir...¿Para qué?
Esto es lo peor....olvidar que se debe sonreir aunque se esté
sufriendo para que la sonrisa se quede ahí y un día salga de verdad....
olvidarlo...
Lo he olvidado.
Pero yo ya he olvidado todo...he olvidado para que sólo haya recuerdos.
Recuerdos de una vida pasada y recuerdos de una vida soñada.
Sólo quiero soñar.
Soy controlada por mis sueños.
Soñar y no despertar.
Si no voy a poder levantarme dentro de poco...me dejaré morir.
Siempre he podido levantarme, maltrecha y dolorida. Pero quien sabe si está vez podré....
Hoy lo he vuelto a hacer, y eso es una piedra más clavada en mi agujero para que no salga...
Y ahora llega la noche, y es cuando yo abro los ojos.
Todo el día durmiendo.
Por la noche todo es silencio, y puedo llorar conmigo misma, sin que nadie me vea, viendo solamente las estrellas.
Espero que las lágrimas lleguen pronto. No querría tener que llorar lágrimas de sangre de nuevo.
Fue bonito mientras duró.
Toda esa alegría y paz interior...tarde o temprano se evaporarían de
mí, dejándome como en un sueño..como en una realidad distorsionada,
como en un mundo dentro de otro mundo.
Me compadezco de mi.
Soy como ese gato solitario al que le ha atropellado la vida, y
solo, en algún callejón, se lame sus propias heridas, sabiendo que en
poco tiempo morirá si no consigue cobijo y comida, pues, aunque sea
verano, su cuerpo se va helando poco a poco y va dejando de querer
luchar por vivir.
Pobre gatito.
Pobre de mí.
¡Es tan triste!
aunque aún conservo el sarcasmo y la ironía. Son buenos aliados contra el auto-dolor.
asi que, yo me vuelvo a preguntar:
¿Cuánto tiempo me quedaré así?.....
Esta vez: ¿Resurgiré de las cenizas? Cenizas que me ahogan y me debilitan....
mis propias cenizas...mi propio veneno polvoreado....
...quizás si aceptara mi desdicha...mi propia soledad y tristeza.....
puede que así consiguiera que los cristales dolieran menos...
Cerrar los ojos y no sentir. No vivir. Dejarse ir.
La realidad ha dejado de gustarme. Ya no la quiero.
Quizás si no volviera todo sería más fácil.
Se está bien entre sueños que yo misma creo, que yo misma hago y deshago....
Cerraré los ojos y nada de esto tendrá sentido.
¡Adiós vida!
esparciré tus cenizas al viento para que seas libre.
Al fin.
Solo espero que la vida que resurga no sea peor que esta.
Me dejo ir, alma mía, para volver a ser yo.
Para volver a ser otra....
...para volver a ser la misma alma perdida....