Y comienza a vivir

Y comienza a vivir

ENERGÍA ACÚSTICA PARA EL ALMA

viernes, 3 de febrero de 2017

*UN DOMINGO CUALQUIERA*

No sé en que momento ocurrió. Sin previo aviso. Me encontré sentada en aquel banco de aquel parque, sola, escribiendo en aquella libreta de por aquel entonces, viendo ponerse el Sol, con la partida de mis lágrimas.
Ni siquiera recuerdo desde hacía cuanto iba allí cada domingo a comtemplarme, a mirar dentro de mí misma y dar luto a aquellas lágrimas de sangre.
Yo, tan triste, y el paisaje tan alegre. Un contraste. Risas a lo lejos de niños desconocedores de la vida que les aguarda.
Auriculares con música alta, una mezcla de gritos y melodía encantada. Tan bello.
Podría quedarme allí para siempre, agotada por la tristeza e inundada por ese bello atardecer que estaban viendo mis ojos, aunque mi mente estuviera en alguna otra parte, muy muy lejos de todo eso.
¿Cómo ocurrió? ¿Cómo pude quedarme tan sola? Un domingo de primavera allí sentada, sin nadie con quien hablar, sin nadie con quien reir, solo yo y el Sol, iniciando su partida. No se quedaría mucho tiempo. Eso también dolía.
Un domingo cualquiera, llorando frente al sol, llorando lágrimas que no salían, diciendole adiós, como si me dijera adiós a mi misma.
¿Dónde se fue la smistad? ¿y el smor? ¿Dónde se quedó ese resquicio de ilusión que mantenía, ese pequeño brote de esperanza?
Ya no queda nada. Tan solo yo, ahí sentada, en algún banco de algún parque, un domingo cualquiera, y el Sol, escondiéndose en el horizonte, para despertar mañana.